Mi amiga Rosa me prestó sus palabras favoritas….Y aquí está el resultado de ello…
SOÑAR…Es bonito soñar, libre de ataduras, de convencionalismos, de restricciones, de obligaciones…A mí me encanta soñar despierta…Soñar antes de dormir…Soñar nada más despertar… Soñar cocinando…C. confiesa que sueña mientras corre por el campo…Cosas simples, grandes empresas…Todo puede ser posible en esos momentos…
Puedo estar sentada en el jardín y, mientras escucho a los pájaros y las chicharras, transportarme en una nube a una exótica isla, donde el viento asfixiante del sur se convierte en suave brisa, donde mi proyecto de magnolio se transforma en flexible palmera, donde soy la dueña de un pequeño negocio de turismo rural, que es algo para lo que siempre he estado destinada, sin duda…
Puedo estar tumbada en la cama, a punto de quedarme dormida, y mirar desde allí las ESTRELLAS a través de la ventana abierta, disfrutando del calorcito del abrazo de C y del cuerpo de Sigh…Pensar qué haré mañana, prometer que no me enfadaré, que no criticaré a mis vecinas, que no fumaré….Y derivar poco a poco en una especie de sopor que me traslade a través del tiempo y del espacio a mares lejanos, todos millonarios, aprendiendo a NAVEGAR, dejándonos mecer por la brisa y las olas, las pieles morenas con sabor a sal, pobre Sigh! Con lo que le gusta lamer!
Puedo estar frente a la pantalla del ordenador, pensando, pensando….Y, de pronto, olvidar la palabra que estaba intentando recordar, y encontrarme rodeada de cactus en el desierto de Arizona, o de indios en las planicies de Utah, y todo porque ayer estuvimos mirando viajes al Lejano Oeste…
Y lo que más, lo que más me gusta, es soñar dormida…Yo debo reconocer que sueño mucho, y recuerdo mucho también…Al menos dos o tres sueños cada noche…A veces me levanto agotada…He pasado toda la noche corriendo, escapando de malvados mandarines que me tenían prisionera en viejas PAGODAS, rescatando caballos de CENAGALES tan densos que parecían arenas movedizas, tirándome en paracaídas desde viejos aviones sobre la Francia Ocupada durante la Segunda Guerra Mundial…C. dice que tengo mucha imaginación, y que he visto demasiadas películas y leído demasiados libros…Pero yo creo que es una suerte, porque ¡resulta tan EMOCIONANTE y tan intenso! Es como poseer una doble vida, como disfrutar de ser Hyde y Jeckill en silencio, como tener la llave de un viejo secreto colgada de un DIJE que sólo tú mantienes contra tu piel, cerca del corazón…
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