Un Viejo Corazón (y V)

V.- Una visita…

No sabe cuándo ni cómo

Pero ahí está otra vez…

Una orilla, un desierto,

Un fuego que no calienta,

Un sueño que no llega…

De pronto, sin previo aviso,

Siente unos pies cansados

Y Adivina una sombra derrotada…

-¿Quién eres t­­ú…? ¿Qué haces aquí…? ¿Qué quieres de mí…?

-Soy El Otro…Sigo tus pasos…Necesito reposar…

Tengo manta, tengo fuego, tengo pan…

Ven y siéntate frente a mí…

El Otro se acerca, se adelanta y se sienta…

El no le mira, tan sólo recuerda

Una noche con las mismas preguntas,

Una noche con distintas respuestas

Una noche que duró cien días…

Sin quererlo fija su mirada en el Otro…

…Ve unos ojos sin luz,

Una sonrisa apagada,

Una cabeza altiva,

Un hueco vacío para el corazón…

-¿Por qué estás aquí?

– Porque tú me has pensado…

– Oscuro espectro….

– Únicamente tu eco…

– Tus ojos no tienen vida,

Tu cuerpo camina sin corazón…

-No fui yo quien lo extravió…

– ¿Qué quieres decir?

– Lo que no quieres oír…

Nuevamente le mira

Y esta vez se reconoce…

No hay espectro, no hay espanto…

Tan sólo un alma partida

Presa de un cuerpo doliente…

Turbada…

Azorada…

Tristemente desamparada…

Así que tú eres yo…

-Yo soy tú…

Baja la cabeza desconcertado

¿Por qué esta noche?

¿Por qué este momento?

-Porque estás cansado,

Porque el fuego ya no calienta,

Porque el sueño se te ha escapado…

-¿Quién te ha preguntado?

-Eres tú quien ha hablado…

-He sido yo…

– Nosotros…

-Perdimos la batalla…

-No llegamos a lucharla…

– Teníamos miedo…

– De llorar, de sufrir, de amar…

-Olvidamos nuestra alma…

-Negamos nuestro corazón…

-¡Tan preocupados por vivir…

-…Desertamos de la vida…!

Quedan en silencio

Escuchando el viento

Y el crepitar del fuego…

-¿Qué nos espera?

-Tan sólo morir…

-No puede ser peor

Que no saber vivir…

Sus ojos vacilantes se encuentran

Y él lleva la diestra al pecho,

Allí donde El Otro no tiene nada…

-¿Aparecerá?

-Aparecerá…Y ella te perdonará…

Y se levanta…Y sonríe…Y se va…

Mira las estrellas..Son también pasado…

Pero ellas fueron…

Y él no se atrevió a ser…

El momento ha llegado…

La cabeza sobre el pecho deja caer…

Con sus brazos el cuerpo intenta proteger…

Sueña con largos cabellos

Enredados con tomillo y pomelo…

Sueña con besos mil veces anhelados

Con caricias mil veces suspiradas…

Demasiado tarde para verla, mas no para sentirla…

Ella se agacha, y deja la ofrenda con una sonrisa:

Es su viejo y pobre corazón…

Un Viejo Corazón (IV)

IV.- Cien noches…

Cien noches, mil horas…

Y  todas en soledad…

Mujeres que llegan

Y con el alba se van…

Rápidos encuentros,

Meras urgencias,

Tan sólo caprichos…

Cuerpos sin almas,

Bocas sin besos,

Ojos sin misterio…

No hay promesas…

No hay palabras…

No hay sueños…

Una pulsión, una pasión…

Un ahora, un adiós,

Un tal vez, un quizás

….Un jamás….

Cien mujeres anónimas,

Un hombre en minúscula,

Una vida que pasa…

¿Eres feliz? -Le pregunta un día el viento

-Soy yo, soy libre

¿Eres feliz? –Le pregunta un día el mar

-Soy uno, soy libre…

Y eleva la cabeza

Para alejarla de su encogido corazón

Soy yo, soy libre…

Cuando quiera puedo olvidar…

Su alma suspira…

…Y camina cien días más….

Un Viejo Corazón (II)

II.- Una luz…

Una orilla oriental del Mediterráneo…

Un nudo de culturas

Cuajado de leyendas…

Una gran terraza

Con vistas al pasado…

Un cálido espacio

Y una cortina roja flotando…

Una silueta femenina

Que se va perfilando…

– ¿Quién eres tú…? ¿Qué haces aquí…?¿Qué quieres de mí…?

-Una mujer… Persigo tu leyenda… Deseo compartirla…

¡Una mujer! Sonríe él…

Aún no ha sufrido…

Aún no ha llorado…

Aún no ha amado…

Aún lleva tomillo y pomelo enredado en el largo cabello…

¡Una mujer!

Mas no puede, no sabe, no quiere…

No es libre para ignorar

Un reflejo de topacio en los ojos,

Y un aroma verde

Que se desliza entre los granos del desierto,

Entre las piedras llenas de historia,

Entre las hojas de las palmeras…

Entre los resquicios de su voluntad…

Dentro de los poros de su piel…

Y a través de las entrañas protegidas…

Una mujer, un hombre…

Un nuevo deseo de seducción…

Ya están los labios en su oído,

Desgranando promesas de cristal,

Construyendo sueños de papel…

Ya están las manos enredadas,

Descubriendo rincones olvidados…

Desnudando el pasado…

Atrapando  el presente…

Ya no son dos, sino uno

Compartiendo tomillo y sándalo,

Cedro y pomelo,

Olores, sabores y deseos…

Un cuerpo joven,

Virgen de pesares y melancolías…

Un  hombre cansado,

Preso de arrepentimientos y tristezas…

Dos almas temblorosas,

Un corazón entregado,

Y otro que comienza a latir…

Un Viejo Corazón…(I)

Buenos días a todos y todas aquellas que dedicaís al menos 5 minutos a leer mis posts…

Durante estos próximos días, me gustaría obtener vuestra fidelidad…Voy a publicar una pequeña obra por entregas..Serán pocas, no temáis…

Espero que os guste…Se admiten críticas, por supuesto….

UN VIEJO CORAZÓN

I.-Un día…

Tenía la cabeza sobre el pecho

y con los brazos rodeaba sus rodillas…

Tenía los ojos cerrados

y las manos entrelazadas…

Protegía su cuerpo, y con él,

su viejo corazón…

Sabía lo que iba a pasar….

Lo temía …

Lo deseaba…

Lo necesitaba…

Mucho tiempo ya desde la última vez…

Cerraba los ojos con fuerza…

Apretaba las manos con desesperación…

Pero su corazón se estaba despertando…

Y sus sienes respondían latiendo, latiendo…

Sufríría  ahora…

Porque no sabría sufrir después…

Temería antes…

Porque no podría vacilar durante…

Desgarraría en soledad los restos de su corazón

Porque no dudaría en negarlo más tarde…

Mas aquí,  y ahora

Sabía que necesitaba volver a amar,

Volver a sentir,

Volver a vivir…

Y, Por Fin, La Primera Tormenta LLegó…

La nube flotaba  sobre su cabeza…

No era una nube grande, o muy oscura, o muy densa….

Pero él, que la conocía bien,

Podía percibirla  ahí,

Como una suave aureola…

Un malestar incierto,

Un fastidio  inquieto…

Una desazón que se iba transformando lentamente en melancolía….

.

El verano estaba acabando….

.

Durante todo el mes el cielo había sido azul..

Más azul que en casa…

El sol había brillado con fuerza,

Más cálido que en casa….

La menta, la salvia y el tomillo habían invadido el aire,

Con más fuerza que en casa…

.

No despreciaba su montaña,

Pero el mar…

Ah!, El mar…

Los había recibido de nuevo,

Sin reprocharles su larga ausencia…

Había abrazado sus cuerpos,

Había acunado sus sueños,

Sus días y sus noches,

Sus palabras y sus silencios…

.

Y ahora, todo aquello se iba alejando..

El agua, la arena, el sol, el sudor gozoso…

Pronto no serían más que tenues recuerdos,

Una nostalgia enterrada,

Silenciada tras nuevas rutinas y viejos hábitos…

Por eso ahora formaban la nube…

Era su forma de lamentarse,

De rebelarse ante sus últimos días de existencia…

.

Pero todo pasa….

Y la nube , y ella,  y él,  lo sabían…

Y él la ayudaba a destrabarse con delicadeza,

Y ella sentía el vacío tras la melancolía…

.

Y, por fín, un día,

La primera tormenta llegó….

Escucharon el trueno, retumbando desde la montaña…

Corrieron bajo la lluvia, sintiendo correr el agua en su piel,

En su pelo y entre sus manos enlazadas…

Les asustó el relámpago, que encendió sus miradas…

Y se dejaron agitar por el viento

Como los blancos álamos que les rodeaban…

.

Y de pronto el sol brilló

Y la lluvia casi cesó

Y un arcoíris cruzó el cielo sobre sus cabezas…

Y ella le miró

Y él le devolvió la mirada…

Y sin palabras comprendieron que ya había sitio para nuevos recuerdos,

Para nuevas rutinas,

Para nuevos hábitos…