Nuestra casa está en un pequeño pueblo…Hay un río justo detrás, y disfrutamos de la posibilidad de dar muchos paseos por los bosques de alrededor…Todos los días Sigh y yo pasamos al menos 2 horas explorando los alrededores, y todos los días conseguimos asombrarnos…..Bueno, al menos yo, porque Sigh no explica mucho sus sentimientos…Ella tiene suficiente con olisquear y marcar su territorio….
Ayer decidí salir con la cámara, porque C. dice que, a veces, soy una exagerada (yo creo que no se cree la mitad de las cosas que le cuento por la noche..)..Ahora no puede negar la realidad: ¡aquí están las pruebas!.
El paseo duró una hora y media, y las fotos están colocadas por orden de aparición …Los primeros objetos son más o menos normales:
– Una chaqueta (que descubrió Sigh, ya que estaba en lo alto de una rama)
– Unos guantes..¿Por qué todo el mundo deja los guantes por ahí tirados? Da igual que sean de piel que de látex…¿Nunca habéis visto cómo quedan los escenarios de crímenes y accidentes? Gasas, plásticos y los infalibles guantes ensangrentados, todo bien diseminado por ahí…
-Unas cuantas bombonitas…Que digo yo, no habrá sitios adecuados para reciclarlas…Pues no, ahí estaban, en mitad del bosque…Eso sí, juntitas, para que no molesten demasiado..(!!!)..
-Llegaron después las cosas exóticas, como lo que he llamado «Nueva floración»…Al menos, presenta un puntito artístico y colorido…
-Unas botas militares, así dispuestas, una frente a la otra, entre la hojarasca y bajo un árbol…¿Quién las dejaría así y por qué? ¿Iría alguien paseando con unas botas nuevas recién compradas, en su bolsita, por el bosque y al llegar allí decidió que ese era el mejor lugar para cambiarse? ¿Serán una señal? ¿Para quién? ¿Para qué?….
-El acabóse…¡Un frigorífico! Ahí apoyado, a la sombrita…¡Y cerrado! Toda una invitación!!!…Tengo que reconocer que, a pesar del entorno, no pude evitar la tentación..Me acerqué y, con aprensión, recordando todas las películas de terror vistas a lo largo de mi vida, lo abrí poco a poco…No sé qué esperaba encontrar…Bueno, sí..Una cabeza cortada, un cadáver medio descuartizado, una colección de frascos con restos en formol….En cuanto apareció una bolsa de plástico amorfo mal dispuesta en su interior salí corriendo, con el corazón a cien, y gritando a Sigh, que estaba entretenida con unas raíces cerca de allí (ella no está influída por películas ni cuentos…)….No lo cerré, dejé mis huellas por todas partes, y seguímos nuestro camino sin mirar atrás….
-Llegamos al viejo y retorcido árbol, con entrañas abiertas y brazos al cielo….Y fue como atravesar una puerta hacia un paisaje más amable, colorido y distendido….
-….Y allí estaba el lindo gatito, ronroneando al sol entre ramas floridas, ajeno a todo lo que habíamos pasado, mirándonos lánguidamente desde su refugio…El sí que llamó la atención de Sigh, que se pasó casi quince minutos mirándolo con expectación, calibrando las posibilidades de acoso y derribo de su enemigo…
-Al final, arrastrándola y luchando contra su reticencia, conseguí salir del bosque…Y ya camino de casa nos cruzamos con la bicicleta de un vecino del pueblo, plácidamente enfrascado en las labores de su huerta,ignorante de las aventuras que habíamos padecido unos kilómetros más atrás…